Ver y charlar siempre son dos cosas diferentes. Comportamientos a través de una pantalla nunca te dejarán saber; la persona que ahora habla contigo amablemente, tal vez esté secándose las lágrimas en secreto. Expresar amor a través de una pantalla es pálido y débil, mientras que expresar odio es especialmente afilado. Escribir no permite escuchar el tono, las llamadas no muestran expresiones visibles, y los videos no sienten la temperatura. Pero verse es diferente; al verse, el corazón se ablanda, se pueden ver las lágrimas y recibir abrazos. En este mundo, ¿quién dice que hay un mañana? Hablar mil veces no es lo mismo que verse una vez; solo al verse se encuentra la mejor cura para la añoranza.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Ver y charlar siempre son dos cosas diferentes. Comportamientos a través de una pantalla nunca te dejarán saber; la persona que ahora habla contigo amablemente, tal vez esté secándose las lágrimas en secreto. Expresar amor a través de una pantalla es pálido y débil, mientras que expresar odio es especialmente afilado. Escribir no permite escuchar el tono, las llamadas no muestran expresiones visibles, y los videos no sienten la temperatura. Pero verse es diferente; al verse, el corazón se ablanda, se pueden ver las lágrimas y recibir abrazos. En este mundo, ¿quién dice que hay un mañana? Hablar mil veces no es lo mismo que verse una vez; solo al verse se encuentra la mejor cura para la añoranza.